Lo mejor de la Spectro es que tengo tres modos de luz en una sola bombilla: ámbar, roja y una combinación de ambas que da un tono naranja muy acogedor.
Por la tarde suelo usar la ámbar, cuando ya quiero relajarme pongo la naranja, y justo antes de dormir la roja. La diferencia se nota un montón: la vista descansa más y llego a la cama sin el cansancio típico de la luz blanca.
Además, por la noche la combino con las gafas PureMind y es la clave para ver la tele o leer sin que me afecte al sueño. Se instala como cualquier bombilla y no parpadea nada.
Muy recomendable si quieres cuidar tu descanso sin renunciar a la comodidad.